domingo, 15 de febrero de 2015

10 kilos



10 kilos es lo que la obstetra me permite engordar en todo el embarazo.

Pero yo tengo hambre.

Todo el tiempo.

De pasta y de dulces, principalmente.

Así que, no os voy a engañar: lo estoy pasando un poco mal.

He decidido que ya no me voy a encargar yo de hacer la compra. Porque me llevaría todo lo "prohibido" o, peor, me lo comería allí mismo. En el super.

He comprado mucha fruta para que, al menos, si pico, pique sano.

Por lo demás, todo está bien. Me hicieron la primera eco y mañana me hago los análisis.


jueves, 12 de febrero de 2015

Año nuevo, vida nueva



Ya sé que eso pega más en enero que ahora, pero enseguida veréis de qué va la cosa. Que es literal.

La semana pasada no apunté mi peso aquí. Hoy me he pesado y veo que he subido 700 gramos desde la última vez que me pesé, hace 15 días. Diréis que 700 gramos no es tanto y que eso enseguida se pierde de nuevo. Pero resulta que estoy embarazada. Y estoy muy contenta, de verdad. Sólo que me gustaría haber cogido el embarazo partiendo de un peso saludable o, al menos, no tan alto como éste.

En mi primer embarazo (hace 10 años) partía de un peso de 55 ridículos quilitos. Me puse 30 encima y nunca conseguí quitármelos. Ahora empiezo con sobrepeso y me da mucho miedo que se me vaya de las manos. Si me pongo otra vez 30 kilos encima voy a llegar a 100 y luego a ver quién es la guapa que los baja...

El caso es que iba a dejar este blog y a hacer uno nuevo que fuera sobre embarazos, partos y todo eso. Pero estuve investigando y resulta que sí se puede hacer dieta y que sí se puede perder peso en el embarazo, así que voy a seguir con este blog en vez de hacer uno nuevo.

Mañana tengo mi primera visita con el obstetra y se lo voy a comentar, por si prefiere que vaya otra vez a la nutricionista o a ver qué me recomienda.

Que sepáis que sois los primeros en saberlo. Que aún no es "oficial" porque sólo es el segundo mes así que, los que me conocéis "en persona" ¡¡no digáis nada!!

Y eso es todo por hoy. Aquí vengo con mi gran alegría y mi gran angustia a la vez. Deseadme suerte...




lunes, 2 de febrero de 2015

Lo estamos haciendo todo mal



Llevo todo el día revisando el libro que debía entregarle a mi editor en diciembre y que, muy amablemente, me ha concedido unos meses más de plazo. De repente he pensado en la cerveza sin alcohol y he tenido uno de esos momentos que David Suchet y Benedict Cumberbatch interpretan tan magistralmente. Un "aha moment", que diría la gran Oprah Winfrey.

He entrado a leer vuestros blogs y he comprobado lo que sospechaba. Siempre he dicho que el blog es terapéutico y todo eso pero las terapias no funcionan si no se hacen bien.

El otro día en un encuentro de bloguers al que me invitaron conocí a una mujer que había perdido 17 kilos en 4 meses. Me hizo sentir muy mal conmigo misma. Pensé ¿por qué ella puede y yo no? Y entré en esa espiral autocompasiva lamentando lo injusta que es la vida y bla bla bla. Cuando llegué a casa googleé la dieta que dijo que hacía. Pronokal. Cuando lo leí se me cayó el mito a los pies. Se ve que la dieta consiste en alimentarse de verduras y de batidos prefabricados durante no sé cuántas semanas y luego, poco a poco, vas introduciendo más alimentos. Recordé cuando yo quise hacer el Master Clenase porque, ya sabéis, a grandes males grandes remedios y en todas las veces que alguno de nosotros ha querido hacer algo radical.

Hoy he pensado en la cerveza sin alcohol porque ha sido mi última incorporación a mis rutinas. Todos los domingos, antes de comer, mi costillo y yo bajamos al bar a tomar el vermut. Que para él es vermut y para mi, hasta ahora, era una infusión. Hasta que un día decidí probar una cerveza sin alcohol. Me sentó bien y ahora es mi nueva rutina dominguera. Y hoy he pensado que si he podido conseguir este nivel de auto-control sin angustia, lo puedo ir extendiendo a todo lo demás. Lo de la presión social, los cumpleaños, cumplir con los colegas y demás sólo son excusas. Bastante burdas, además. Aquí con quien hay que cumplir es con uno mismo y con la propia salud. ¿Que los demás se trincan una hamburguesa con ketchup y patatas fritas? Tú te pides un arrocito o unas verduras a la plancha y tan ricamente, oye. ¿Qué hay que tomar algo y se ponen finos a cerveza y vino? Pues te pides una sin alcohol y la haces durar y, después, no se toma nada más, que tampoco es obligatorio.

Os leo -y me leo- y veo que ponemos el foco en lo que hemos comido mal y de más y en lo poco que nos hemos movido, pero es que ésa no es la cuestión. El descontrol con la comida y la falta de ejercicio no son el problema. Sólo son el síntoma de otra cosa. Otra cosa que será distinta para cada uno, pero que tiene mucho que ver con nuestro nivel de bienestar general. ¿No os ha pasado estar enfrascados en alguna actividad y que pasen horas sin que siquiera penséis en la comida? ¡Pues esa es la clave! Conseguir una vida plena, estar sinceramente satisfechos con lo que hacemos y ocupar nuestro tiempo con cosas que nos gusten, no, lo siguiente.

Así que, no prometo nada, pero voy a intentar cambiar el enfoque del blog. Hablar menos de si he comido bien o mal y de si he hecho ejercicio o no (que suele ser que no) y hablar más de proyectos, de cosas que hago o que quiero hacer, de cosas que hago y quiero dejar de hacer y, en general, de cómo quiero que sea mi vida. Digo que no prometo nada porque no sé si seré capaz de hablar de estas cosas tan personales sin que se me pueda reconocer, pero al menos lo voy a intentar.


Post data: Blogger también lo está haciendo mal. Me pregunta que si quiero traducir mi blog del gallego.