lunes, 13 de octubre de 2014

Cine sin palomitas




Dicen que los auténticos cinéfilos nunca jamás comen palomitas en el cine. Ni palomitas ni otras cosas. Pero yo el cine siempre lo he asociado a las palomitas y la coca cola (y además como están saladas, una chocolatina de postre para quitarme la sal de la boca).

Para mi, tomar las palomitas con agua y sin chocolate no es una opción, así que estamos ante una situación de todo o nada así que ¿cuál es la solución?



Mi primera táctica fue ir siempre a la sesión de las 4 de la tarde, habiendo comido lo más tarde posible para llegar al cine aún con la digestión a medio hacer, para llegar sin hambre. De modo que entraba en el cine, olía las palomitas y se me antojaban pero al mismo tiempo sabía que, aunque las comprara, no me entrarían, porque ya estaba llena.

Mi segunda táctica fue hacer el cálculo del dinero que me ahorro cada vez que voy al cine y no compro palomitas ni nada más que la entrada.

Y un día, después de un año siguiendo estas dos tácticas, fui al cine por la tarde/noche y no pude evitarlo. Compré palomitas, cocacola (zero, pero coca cola al fin y al cabo) y una chocolatina. Lo que pasó fue que no pude terminar ni la mitad de las palomitas y me sentí extremadamente bien. Así que desde entonces, si alguna vez he sentido la tentación de comprarlas, he recordado lo que pasó esa vez y se me han pasado las ganas.

Lo de las palomitas es anecdótico, claro. Lo cuento como ejemplo (real, pero ejemplo) de que podemos entrenar a nuestro cuerpo y a nuestro cerebro a no desear las cosas que no nos convienen. Lo difícil es el principio, lograr estar X semanas sin probar X cosa, y para eso van bien tener tácticas infalibles, como la de ir al cine recién comida.


4 comentarios:

  1. Muy instructivo.
    A ver si ahora hago un plan para pasar sin picar nada mientras trabajo en el ordenador los ratos que estoy sola.
    Espero que estés mejor, un beso!

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  2. Hola amiguita, la verdad cuando voy al cine mi intención es no comer palomitas, pero el olor me llama, le digo no ahora! , después el olor me envuelve y me lleva hacia la ventanilla, y no me queda otra que comprarla, jajjajaja, es por eso que ahora en mi proceso de bajar de peso, decidí no ir al cine, traer el cine a mi casa. cuídate amiguita Besitosss

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  3. Aiix. Yo soy muy cinéfila...y como tú: palomitas, cocacola, chuches... jolin, es que me encanta...Desde que empecé la dieta, como he comenzado con la uni y eso no hemos podido ir al cine, pero tenemos dos pelis en estreno este noviembre que no podemos perdernos...pero sé que mi pareja me controlará y es capaz de dejarse la cartera solo para no poder comprar palomitas jajaja. Bromas a parte, seré fuerte, igual que lo he sido al no comer pizza o pasteles en muchos momentos en los que sí tenía hambre!

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  4. Yo he aprendido a ir al cine y no comer palomitas. Mi marido se las compra, con una Cocacola, y yo me saco del bolso una lata de Coke light (en el cine no la venden, los jodíos). Alguna vez me he llevado un puñado de cerezas, o una limonada casera con sacarina. Con un par.

    Da gusto cuando ves que el estómago admite menos cantidad porque se ha habituado a ello. Me está pasando estos días y lo flipo en colores, je je je.

    Unos besotes.

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