domingo, 31 de agosto de 2014

Quién lo iba a decir: ¡Ally haciendo yoga!!




No os lo dije porque no estaba blogueando, pero estoy haciendo yoga a diario. A las 8 de la mañana, además. Es lo que tiene el amor, que te hace hacer alguna que otra estupidez y también muchas cosas que nunca pensarías que acabarías haciendo. En mi caso, nunca pensé que haría yoga. Nunca me llamó la atención, nunca probé, nunca nada... hasta que mi novio se vino a vivir a mi casa y me pegó el vicio.

Empecé un poco escéptica, si digo la verdad, un poco por curiosidad y también porque me gusta hacer cosas con el vasco. El resultado fue, ya el primer día, que me sentí mucho más activa todo el día, tanto físicamente como mentalmente. A partir del tercer día empecé a notar que tenía más flexibilidad. Comprobé que es cierto lo que dicen: que da equilibrio a tu vida. Reconozco que al principio me daba vergüenza, pensé que no sería capaz de hacer las posturas, que me vería ridícula intentando doblarme con todos estos quilos extra. Pero nada de eso, voy haciendo lo que puedo y lo mejor es que cada día puedo un poquito más. ¡Bien por mi!

En cuanto al peso, he bajado bastante: 700 gramos desde el miércoles. Como ése fue el día que retomé el blog, ése será el día del peso oficial. Estoy pensando en retomar la costumbre de anotar todo lo que como y bebo y el (poco) ejercicio que haga, porque cuando más bajé de peso fue cuando hacía eso. Verlo por escrito me ayuda a tomar consciencia de lo que estoy haciendo y de lo que debería cambiar.











miércoles, 27 de agosto de 2014

Lady Ally contraataca


Fuente: http://www.wired.com/2008/05/the-secret-live/

Pues eso, que he vuelto. Ha pasado casi un año desde la última vez que posteé y muchas cosas han cambiado. No sé ni por donde empezar.

No he hecho dieta, ni ejercicio, ni nada, pero se ve que los buenos hábitos que fui adquiriendo en los últimos años han hecho efecto porque como mucho mejor. ¿El peso? Igualito que la última vez. En octubre de 2013 pesaba 77,5kg, como podéis ver en mi último post. Esta mañana, en ayunas y en pelotas, pesaba 77,3kg. La buena noticia es que no he engordado, aunque mal vamos cuando esto es un consuelo. La mala noticia es que vengo acompañada por tres preciosas piedras que habitan mi vesícula.

Si queréis otro día os cuento eso, cómo supe que las tenía y qué dicen los médicos, que es bien poca cosa.Tantos años de carrera para esto... Que haga dieta, dicen. Y para ellos "dieta" significa no comer grasas y no comer nada que me siente mal. Y que si no mejoro, me operan y listo. "Operar" no significa sacar las piedras sino sacar la vesícula enterita. Total, que ahora toca hacer dieta sí o sí, por eso vuelvo al blog, porque me siento acompañada si os leo y si me leéis. Ahora voy a ver en qué andáis vosotros, cuántos seguís en la blogosfera y cómo os ha ido este año.

Varias personas me han recomendado la limpieza hepática de Andreas Mortiz y, vistos los consejos de los médicos, me tienta probarla, pero la verdad es que de todas esas personas ninguna la ha probado así que no sé... Si sabéis algo del tema os agradezco la información.

Ahora tengo que comer cada dos o tres horas porque enseguida me lleno y si como cantidades normales me sienta mal, así que como de a poquitos. Me da miedo que eso me lleve a engordar en vez de adelgazar, aunque procuro que toda la comida sea saludable. El desayuno, por ejemplo, es un te verde y un poco de pan con aceite y jamón dulce. ¡¡Yo desayunando te!! ¡¡Lo que hay que ver!! Y a media mañana (o sea, ahora) estoy tomando un café solo y una barrita de cereales. Suelo comer arroz o pasta con verdura a mediodía y, por la tarde, fruta y zumo de manzana. Se ve que el zumo de manzana ayuda a reblandecer y reducir las piedras. Estoy investigando el tema todavía.

En julio del año pasado escribí esto en el blog:

Sucedió algo terriblemente trágico en mi familia, algo que me hizo replantear toda mi vida, mi escala de valores, a qué dedico mi tiempo y mi energía... y concluí que esto del peso y las dietas era una soberana estupidez, una chorrada con todas las de la ley, que no merecía la pena. Si estamos vivos ¿qué más da cuánto pesemos?

Hoy leo que también Matrioska ha puesto un poco de perspectiva sobre el tema en este post.

Creo que no somos conscientes de que en realidad nos va la salud en ello. Que no se trata sólo de que se siente feo cuando alguien te pregunta de cuántos meses estás (embarazada, se entiende), ni de que queremos -de verdad quisiéramos- entrar en ese vestido tan mono, ni de que sentimos vergüenza cuando nos vemos en fotos y vídeos y no nos reconocemos en el espejo. Aquí lo que importa es que tus hábitos -TODOS tus hábitos- influyen en tu salud. Es un hecho. Se tarda más o se tarda menos, pero al final llega la factura y la tenemos que pagar. A mi ya me ha llegado el primer aviso, y no pienso dejar que me llegue otro.