viernes, 30 de noviembre de 2012

A contrarreloj



A mi lo de cumplir plazos nunca se me dió bien.

Tengo que terminar el libro en el que estoy trabajando ahora antes de dos semanas, para ir bien. Así que escribo a contrarreloj y no tengo tiempo (ni neuronas) para nada más.

Por eso este blog va a quedar en barbecho hasta nuevo aviso.

Intentaré leeros y comentaros pero, si no aparezco, no os lo tomeis como algo personal, porque no lo es.

martes, 27 de noviembre de 2012

lunes, 26 de noviembre de 2012

Cobarde

Soy una cobarde.
 
No me he subido a la báscula. Por eso soy una cobarde.

El viernes era día de peso oficial, pero me dormí y luego me desperté sobresaltada por la hora que era y todo lo que tenía que hacer. Así que me puse en modo piloto automático y, cuando recordé que era día de peso, ya había desayunado y me había vestido, así que decidí dejarlo para el sábado.

Pero el sábado tampoco me acordé (ay, memoria selectiva...) y encima me porté mal, porque nos visitaron unos amigos este fin de semana y nos la hemos pasado de restaurante en restaurante. Comimos en McDonald's, tuvimos un cumpleaños y comimos tarta, cenamos pizza... En fin, un desastre total. Así que el domingo (ayer) me dije ¿para qué voy a pesarme si no es día de peso oficial y, además, seguro que he subido un montón? Entonces me dije: vas a ir al gimnasio lunes, martes y jueves.  Pero no, porque se me ha complicado el trabajo y ya no sé si conseguiré hacerle hueco hoy al gimansio.

He leido algunas cosas interesantes en vuestros blogs estos días, veré si puedo comentaros a todos.

Mientras tanto, mañana toca pesaje de tanteo, así que prometo subirme a la báscula y venir a contaros lo que sea que me diga.

jueves, 22 de noviembre de 2012

Desviándome del recto camino

Ayer temí perder el ritmo, la paz mental de la que hablábamos el otro día. Se me han juntado varias cosas, cosas de esas que normalmente desembocaban en la compulsión por la comida, lo que los ingleses llaman "emotional eating". Por suerte no caí del todo, pero sí cometí un par de pecados que no sé si confesar (más que nada para que nos os muráis de la envidia,  de lo rico que estaba....).

Comí en exceso, ésa es la verdad. Dije que iba a sustituir mi yogur de soja por una galleta de Bicentury, para cubrir mi necesidad diaria de chocolate ¿verdad? Pues ayer ¡¡dos de cada!! Fue terrible, y además estamos todos constipados, sin ganas de nada y con malos humores.

En fin, aquí os dejo lo que tomé, pecados incluidos.

El 21.11.2012 tomé:

-un café
-dos tostadas integrales con mantequilla y mermelada de melocotón
-galleta Sacialis de Bicentury
-ragú de ternera y setas con arroz hervido (¡delicioso!)
-un yogur de soja con chocolate
-un pedacito de bizcocho casero
-un café
-chocolate a la taza (primer pecado del día; primer chocolate del invierno; un pecado sumamente placentero pero calórico)
-una tostada de pan de centeno con alioli (segundo pecado del día, pero qué bueno estaba)
-un plátano
-ensalada con hummus
-un yogur de soja con chocolate
-galleta Sacialis de Bicentury
-4 litros de agua
-ejercicio: no
-suplementos:  levadura de cerveza, equinácea

miércoles, 21 de noviembre de 2012

Ana y mia. Tenemos que hablar.


No quería hacerlo, pero al final pienso que es necesario abordar este tema.

Buscando blogs sobre dietas y pérdida de peso, saltando de un blog a otro a través de enlaces, de blogrolls y de comentarios, me he encontrado con todo un mundo que para mí era desconocido, el de los blogs de las autodenominadas "Princesas", chicas normalmente muy jóvenes con graves trastornos alimentarios que se regodean en su enfermedad y en su dolor.

Entre los blogs de gente que trata de recuperar un peso sano veo dos tendencias hacia los blogs de "anas y mias":

De un lado, quienes no desean tener ninguna relación con ellas, ni tenerse mutuamente en los blogrolls, ni hacerse seguidoras unas de otras, ni dejarse comentarios ni nada de nada.

Por otro lado, quienes piensan que ya bastante tienen con su enfermedad como para encima encontrar el rechazo de otros blogueros, y tienen la esperanza de que, tal vez,  en uno de estos blogs de gente sana lean algo que les de un poco de luz y les haga darse cuenta del problema que tienen.

Yo, sinceramente, no sé qué hacer. Pienso que la segunda opción es muy optimista y que tal vez sea verdad que podemos hacerles un bien, pero no sé hasta qué punto.
En realidad no me siento cómoda cuando me encuentro en mi blog un comentario de una "princesa", o cuando se hacen seguidoras. Pienso que si no somos muy cuidadosas en separarnos claramente de ese tipo de blogs, pueden darse malos entendidos. A mi me sucedió cuando abrí el mío. Ahora me ha vuelto a suceder pero estoy en el otro lado de la ecuación. Llegué a un blog que no conocía; me pareció completamente normal, alguien que tiene obesidad y quiere recuperar un peso saludable sin hacer cosas extrañas ni extremas. Pero saltó la alarma cuando vi que su blogroll estaba encabezado por un cartelito que decía "ana y mia", así que le dejé un comentario pidiendoles que quitara mi blog de ahí, pues no tenía nada que ver con ese tema. Se enfadó y borró mi comentario, mi blog y el cartelito del blogroll. Me sabe mal si fue un malentendido (así se lo he expresado en otro comentario), sé lo que se siente porque a mi también me pasó. Pero por otro lado ¿por qué habría de poner un cartelito de "ana y mia" alguien que no tiene ese tipo de problema?

Los que lleváis más tiempo en la blogosfera de dietas, ¿qué recomendáis? ¿Cuál es vuestra política de actuación respecto de esos otros bloguers?



martes, 20 de noviembre de 2012

El estado de la cuestión


Ayer no registré lo que había tomado y ya no me acuerdo de todo, así que mejor pongo sólo lo de hoy. Me he propasado con el café, incluso he tomado uno con leche que me ha sentado como una patada en el estómago. Es que no soy muy amiga de los lácteos, y así me va.

Hoy el quiropráctico me dijo que se empeiza a notar la bajada de peso. Me ha hecho muy feliz, si os digo la verdad.

Mañana tenía que ir al gimnasio, eso es lo que dije, pero obligaciones laborales me mantienen alejada de ese lugar.


El estado de la cuestión:

Martes.
Pesaje de tanteo: 78,6 Kg.
800 gramos más que el último peso oficial.
¿Volveré a perderlos en los 3 días que faltan hasta el próximo día de peso oficial?

 
 
El 20.11.2012 tomé:

-un café
-dos tostadas integrales con mantequilla y mermelada de melocotón
-un café solo
-un café con leche
-arroz hervido con tomate y un huevo frito
-un pedacito de bizcocho casero
-un café
-un plátano
-ensalada con hummus
-galleta Sacialis de Bicentury
-4 litros de agua
-ejercicio: no
-enema:
-suplementos:  levadura de cerveza, equinácea

domingo, 18 de noviembre de 2012

Compromisos y comida preventiva



Traigo dos temas en la cabeza, últimamente, que bien podrían servirme para dos posts diferentes, pero ya que estamos, os lo cuento junto.
Uno es que los compromisos, que normalmente en este país implican comida y/o bebida, suponen un constante dilema en mi vida. Tengo una vida socio-cultural bastante activa y eso suele conllevar eventos en los que está implicada la comida. Ayer, por ejemplo, después de una conferencia, nos fuimos a cenar al Peggy Sue's. Aparte de que me encanta su comida, me parece un poco como un desperdicio el ir a un sitio como ése y pedir una ensalada. Y a eso hay que añadirle e más que probable retorno de la ansiedad al ver a los demás disfrutar de una deliciosa hamburguesa mientras tú comes una ensalada. Así que pedí lo que me apeteció y, entre todos, nos dejamos más de la mitad de las patatas en el plato, aunque estaban estupendas.

El otro tema es el de la comida preventiva. Lo que vengo a contaros es que pienso que ya lo tengo superado Haberme dado cuenta es el gran éxito del día. ¿Qué es la comida preventiva? Pues es lo que comes "por si acaso". Lo que comes antes de salir de casa "por si acaso" se te hace tarde al volver y te da hambre por el camino. Lo que comes de más cuando sales de tapas y cañas "por si acaso" los otros se abalanzan sobre los platos y te dejan sin suficiente comida. Lo que comes antes de acostarte "por si acaso" el hambre no te deja dormir. Excusas hay muchas y a cual más ingeniosa. Hay quien tiene la teoría de que el origen está en una vida anterior en la que hemos pasado hambre y quizás muerto por ello. Quien sabe. La cuestión es que yo ya no lo hago. Dios proveerá, dice la Biblia, así que ocupémonos de cosas más importantes, que la comida no nos falta.
 

Y después de estas reflexiones, un par de comentarios sobre la dieta:

-estoy tomando fruta casi a diario, sólo una pieza, pero menos es nada.

-se acabó el carbonato de magnesio, así que ahora se viene una semana de descanso y, después, empiezo con la cáscara sagrada en su sustitución.

-están a punto de terminarse los yogures de soja con chocolate y no voy a comprar más. Ahora, mi ración diaria de chocolate va a ser la galleta de Bicentury.

-he organizado mi agenda para poder ir al gimansio tres días esta semana que entra, que serán el martes, el míercoles y el jueves. A ver si consigo cumplir.


El 17.11.2012 tomé:

-un café
-dos tostadas integrales con mantequilla y mermelada de melocotón
-dos patatas asadas
-lomo de cerdo a la plancha
-un yogur de soja con chocolate
-un café
-un plátano
-una galleta Sacialis de Bicentury
-hamburguesa de ternera con cebolla a la plancha, relish y queso cheddar
-patatas con queso azul y bacon
-un aro de cebolla
-coca cola
-3 litros de agua
-ejercicio: no
-suplementos:  no


sábado, 17 de noviembre de 2012

Guerra psicológica


Estaba yo pensando que esto del cambio de hábitos, en realidad, es una cuestión psicológica. No se trata tanto de las teorías que podamos tener, o de las cosas concretas que intentemos cambiar. La cuestión no es tanto qué comemos sino qué dejamos de comer. ¿Es malo tomar un bocadillo para cenar? Bueno, si antes tomabas una pizza entera, con patatas fritas y coca cola más un pastel de chocolate como postre y todo eso antes de atiborrarte a palomitas o guarradas varias mientras ves la tele, pues no, no es malo tomar un bocadillo para cenar. La clave está en la mejora. Mejorar día a día, momento a momento. Aprender a tomar mejores decisiones cada vez y eso pasa por tener paz mental, por ganar la guerra psicológica con uno mismo.




El 16.11.2012 tomé:

-un café
-dos tostadas integrales con mantequilla y mermelada de melocotón
-bocadillo de atún con lechuga
-un café
-un plátano
-una galleta Sacialis de Bicentury
-dos mini hamburguesas
-fideos de arroz 
-arroz con ternera y curry
-3 litros de agua
-ejercicio: no
-suplementos:  levadura de cerveza

viernes, 16 de noviembre de 2012

Semana 10: 1,2 kg perdidos en una semana

77,8 Kg
1,2 Kg perdidos desde la semana pasada
4,5 Kg perdidos en 10 semanas 
(una media de 0,4 Kg por semana)
 
El post de hoy va etiquetado como "grandes éxitos" porque por fin he dejado atrás el 78 y espero no volver a verlo. 4,5 Kg en 10 semanas es mucho menos de lo que había esperado y de lo que me gustaría, pero también dice la sabiduría popular que el peso que se pierde rápido se recupera rápido, así que vamos a seguir sin prisa pero (espero) sin pausa. Próximo objetivo: no subir semana sí y semana no.

Cada vez tengo menos ansiedad con respecto a la comida, y eso sí es un gran éxito Grandioso, diría yo. Ya no me pego atracones y, es más, me parece absurdo que lo haya estado haciendo durante tantos años. ¡Las vueltas que da la vida!
Algunas de las cosas que parece que me funcionan son:

-las galletas Sacialis de Bicentury para evitar tentaciones mayores. Como llevan chocolate, ésa será mir ación diaria de dulce y ya dejaré de tomar los yogures de soja con chocolate en cuanto se acaben los que tengo ahora mismo en la nevera.

-tomar un té por la noche, me sirve para entrar en calor y para no comer a esas horas en que ya no se debe de comer.

-cenar ensalada a diario (aunque sin el te de después sería una tortura)

Esta semana no hice deporte, pero espero retomar las sesiones de cardio en el gimnasio la semana que viene. Luego pasaré a leeros ya comentaros a todos.

El 15.11.2012 tomé:

-un café
-dos tostadas integrales con mantequilla y mermelada de melocotón
-un café
-un rollo de primavera
-fideos de arroz con gambas
-dos mini magdalenas de chocolate
-un café
-ensalada con hummus
-una galleta Sacialis de Bicentury
-un te de chocolate

-4 litros de agua
-ejercicio: no
-enema:
-suplementos:  carbonato de magnesio, levadura de cerveza

miércoles, 14 de noviembre de 2012

Comiendo (más) crudivegano


La única forma de que yo pierda peso sin perder salud es volviendo a la dieta crudivegana, no como dieta en si, sino como estilo de vida.

El médico que me salvó la vida lo tenía muy claro. Yo era muy pequeña, así que sus enseñanzas no perduraron en mi. O más bien quedaron latentes hasta que fui adulta y en el año 2007 recuperé mucho de lo que había aprendido con él. Era doctor en medicina. Alópata por la mañana en la Seguridad Social, para ganarse la vida. Naturista por la tarde en su consulta privada, para hacerle un bien a la Humanidad compartiendo sus conocimientos. A veces ni siquiera nos cobraba la consulta. Por aquella época, le devolvió la voz a Montserrat Caballé, cuando los alópatas convencionales le habían insistido en que debía hacerse a la idea de que su carrera había terminado definitivamente. Hoy en día, a sus casi ochenta años, ella sigue cantando.
 
Aquí ya os hablé de mi médico y de sus principios para una vida sana y longeva. La comida debe ser vegana y, a ser posible, cruda en su mayor parte. Él ayunaba un día a la semana, los jueves, y así lo recomendaba a sus pacientes, aunque no sin antes haber hecho una progresión en sus hábitos que le permitieran disponer de la fortaleza necesaria para el ayuno. 

Por eso hoy he cenado ensalada, a pesar del frío. Sin atún ni huevo, aunque con hummus. Y ahora, para entrar en calor, acabo de prepararme un delicioso te de chocolate. Eso compensará lo que he comido a mediodía, un bocadillo de bacon & queso y unas cuantas patatas bravas. Eso ha sido porque hemos estado todo el día fuera de casa y hemos comido en la primera cafetería que hemos encontrado, en un pueblo perdido por la Sierra Norte de Madrid. No había mucho dónde elegir. Sólo tapas grasientas o enormes bocadillos.

Hoy peso 78,4 Kg, 300 gramos menos que ayer y mi peso más bajo desde que inicié la dieta. No hace falta que me vengáis con sermones, porque ya sé que no debería pesarme a diario, pero la báscula se ha cruzado conmigo de camino a la ducha y he dicho, "qué c*j*nes, vamos a ver qué número me devuelves hoy; no te tengo miedo". Y voilà, me ha regalado un precioso 78,4. Gran éxito del día ;-)

Quería contaros, también, que he dejado de tomar las cápsulas de espirulina porque uno de sus efectos es el de estimulador del apetito y eso, ahora mismo, no me conviene nada. Como nunca tomo más de cuatro suplementos a la vez, en el hueco que deja la espirulina pongo levadura de cerveza, que ayuda a bajar de peso, además de tener muchas otras propiedades.
 

El 14.11.2012 tomé:

-un café
-dos tostadas integrales con mantequilla y mermelada de melocotón
-un bocadillo de bacon y queso
-patatas bravas (unas pocas)
-un café
-ensalada con hummus
-una galleta Sacialis de Bicentury
-un plátano
-un te de chocolate
-4 litros de agua
-ejercicio:sí (caminar, no sé cuanto tiempo)
-enema:
-suplementos: equinácea, carbonato de magnesio, levadura de cerveza


martes, 13 de noviembre de 2012

Pesaje de tanteo y un pecado llamado capuchino

A pesar del frío, vuelve a apetecerme comer ensaladas, así que mañana iré a comprar los ingredientes necesarios y empezaré a tomarlas, probablemente a diario.

Esta tarde fui al Starbucks (por la wifi) y no pude resistir a la tentación de tomar un maravilloso y calientito capuchino. Ya sé que no es para nada de dieta, pero... Os cuento esto para no contaros que hoy es martes, que los martes es día de pesaje de tanteo, y que la báscula me ha devuelto un descarado 78,7 Kg que no me ha gustado nada. Ya, ya sé que son 300 gramos menos que el último peso oficial, pero como me había autoengañado me había quedado con la cifra de 78,5 Kg. Así que mi nuevo propósito es no autoengañarme más. De hecho, se supone que para eso tengo el blog y que para eso el blog es anónimo, para poder decir la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad.

Lo que llevo bien es el tema cocacola. Creo que me estoy desenganchado, porque no sólo llevo once días sin tomar ninguna sino que ni siquiera me apetece. También estoy controlando muy bien las cantidades de comida. Mis raciones son prudentes y no repito.



El 13.11.2012 tomé:

-un café americano
-dos tostadas con tomate
-arroz hervido
-ternera y setas con salsa de ajo y perejil
-un yogur de soja con chocolate
-un café
-un capuchino (lo siento, para un día que voy al Starbucks no me pienso privar)
-tres mini hamburguesas
-una galleta Sacialis de Bicentury
-4 litros de agua
-ejercicio: no

lunes, 12 de noviembre de 2012

Juice Feasting

Estuve de muy buen humor todo el día; me siento bien, ligera, con energía, con control. La báscula baja muy lentamente, pero yo me siento cada día mejor y la ropa cada día me queda más holgada.

Pero entonces, cuando he entrado para actualizar el blog, de repente me dió un bajón. Sentí que me volvía esa sensación de hambre descontrolada que solía tener por las noches. Pero me dije "bebe agua", "ponte a ver una serie" "juega al buscaminas o algo". Y se me ha ocurrido mirar las fotos de cuando hice el juice feasting. Algún día os las tengo que enseñar, porque parecemos dos personas distintas.

Lo hice en el verano del 2007, después de un par de meses comiendo un 80% crudivegano. El juice feasting no es algo que puedas hacer alegremente, así de golpe, sino que requiere una preparación. Lo que hacía era lo siguiente:
Nada más levantarme, tomaba medio litro de agua con el zumo de un limón.

Después, limpieza de colon y ducha de contraste (agua fría / agua caliente).

Entonces me iba a la cocina y preparaba cuatro litros de zumo de frutas y verduras frescas. Los guardaba cada uno en un bote, para luego irlos mezclando según me apeteciera tomarlos. Los cuatro litros son la cantidad mínima diaria que hay que tomar, porque se trata de un juice FEASTING ("festín") y no de un FASTING ("ayuno"). Si a lo largo del día veía que no era suficiente, me preparaba más, pues no hay límite máximo permitido.

Tomé una foto diaria. Perdí un quilo diario. Mi cara cambió (a mejor, a mucho mejor). Mi salud mejoró. Mi estado de ánimo también mejoró hasta un nivel increíble.

Al quinto día, participé en un temazcal que me sentó divinamente. Fue una de esas sincronías que nos ofrece la vida. No podría haber imaginado un momento mejor para hacerlo.

Ahora me planteo repetirlo, pero hace tanto frío que, sinceramente, poco apetece. Pero cuando veo las fotos de mi cara, de la expresión de mis ojos, de mi piel, todo el cambio que hice fue como si me hubieran quitado mil capas de encima que impedían verme como realmente soy.

Hubo tres cosas que me resultaron muy difíciles:

-en general, echaba de menos el acto de masticar los alimentos. El zumo también se mastica, pero es diferente.

-los dos primeros días tuve bastante síntomas de desintoxicación, por lo que lo pasé algo mal, con dolores de cabeza y algún que otro mareo.

-me di cuenta de que socializamos con la comida. En España, y sobre todo en verano, todo gira entorno a la comida y la bebida. No te puedes ir de cañas y pedirte un agua. Te invitan a barbacoas y a meriendas y ¿qué vas a hacer? ¿No ir? ¿Ir y dar explicaciones de algo que casi nadie va a molestarse en intentar entender? ¿Ir y dar una excusa, mentir y decir que tienes un problema de salud o algo así? A veces pienso que, si no tuviera a un hijo al cargo, me recluiría dos o tres semanas en una casa rural para hacer un juice feasting más largo. Otras veces pienso que eso sólo son excusas y que, si de verdad quiero hacerlo de nuevo, nada me lo impide.


El 12.11.2012 tomé:

-un café con leche de soja
-dos tostadas de pan integral con mantequilla y mermelada de melocotón
-una salchicha de cerdo
-arroz hervido
-dos huevos fritos
-un café
-un cachito de bizcocho casero
-hamburguesa de pollo (con pan; sin salsas)
-ensalada
-4 litros de agua
-ejercicio: no
-suplementos: equinácea, carbonato de magnesio, espirulina

domingo, 11 de noviembre de 2012

Cambiando el chip

Ya sé que no debo pesarme todos los días, pero hoy tenía curiosidad y me psé: había bajado cien gramitos desde ayer. Si al final tiene razón Matrioska; en realidad a todos nos sobrean cien gramos, no veinte quilos.

Ayer fue un día de esos de sofá, manta y tele. Poca cosa hicimos, pero nos sentó la mar de bien. Hoy hemos pasado toda la tarde fuera, con amigos. Me doy cuenta de que cada vez tengo menos hambre causada por la ansiedad. De que soy capaz de tomarme un café sin pedir algo que loa compañe. De ue soy capaz de entrar a un bar con amigos y pedir lo que considere adecuado sin fijarme en lo que pidan los demás. Para mi son grandes éxitos. El ir cambiando el chip poquito a poco. El comer a mediodía sin mojar pan en las salsas. No probar los deliciosos bizcochos caseros que mi madre hace prácticamente a diario. No terminar las sobras que a veces deja mi hijo. Os haríais cruces si viérais la cantidad de comida extra que he llegado a meter en mi cuerpo sólo por no tirarla, sólo con las sobras que deja el niño. Que si una croqueta por aquí, que si media galleta por allá, que si la punta del bocata, que si un cachito de pizza... ¡Qué mal hizo la generación de mis padres con la cantinela de los pobres niños que mueren de hambre en África!



El 10.11.2012 tomé:

-un café con leche de soja
-dos tostadas de pan integral con mantequilla y mermelada de melocotón
-una pechuga de pollo a la plancha
-ensalada
-un yogur de soja con chocolate
-un café
-una pizza con jamón, aceitunas y champiñones
-5 bonbones (menos mal que ya se acabó la maldita cajaroja...)
-4 litros de agua
-ejercicio: no
 

El 11.11.2012 tomé:

-un café con leche de soja
-dos tostadas de pan integral con mantequilla y mermelada de melocotón
-dos chuletas de cerdo a la plancha
-dos huevos rellenos (ya sabéis, huevo, atún y mahonesa light)
-un café
-otro café
-un bol de copos de avena con leche de soja
-4 litros de agua
-ejercicio: no
 

sábado, 10 de noviembre de 2012

Autoengaño


79 quilazos.
Pero como el día de peso oficial era ayer, y ayer no me pude pesar, pues no cuenta. No lo registro en el blog y así es como si no hubiera pasado nada.

¿Véis qué fácil es autoengañarse?

Y prometer que a partir de mañana hoy lo haremos mejor; mejor no, perfecto. Pero empezamos con pequeñas indulgencias: que si necesito azúcar porque tengo la regla, que si por un poquito de pan en la cena no pasa nada, que como no voy a comer pastel en el cumpleaños de mi hijo, que estoy muy ocupada y no pude ir al gimnasio, que llueve y no puede salir a caminar...

Tal vez es lo que les pasa a los políticos. Que están a dieta y por eso inventan una excusa detrás de otra sin inmutarse, porque ya están acostumbrados a autoengañarse y piensan que nos pueden engañar a todos.


El 09.11.2012 tomé:

-un café con leche de soja
-dos tostadas de pan integral con mantequilla y mermelada de melocotón
-pollo asado con patatas
-un yogur de soja con chocolate
-un café
-tres mini hamburguesas (con su pan y su ketchup). A ver si un día les saco una foto para que os hagáis una idea del tamaño que tienen.
-5 bonbones (maldita cajaroja...)
-3 litros de agua
-ejercicio: no

viernes, 9 de noviembre de 2012

Semana 9: sin peso oficial

Por motivos profesionales he tneido que hacer un viajecito de un par de días, así que:
 
-he comido más (y peor) de la cuenta
-he dormido poco
-no he hecho ejercicio
-mi tránsito intestinal se ha visto afectado (dejémoslo así)
-esta mañana no pude pesarme, porque aún no había vuelto a casa
 
Una opción sería retrasar el día de peso oficial a mañana, pero como espero una ligera subida, prefiero la otra opción, que es dejar esta semana sin peso oficial (ni extraoficial, porque no quiero ni ver el número en la báscula).
 
Tampoco voy a registrar lo que tomé, porque el último día que lo hice fue el 5 y estamos a 9, así que imposible acordarme de todo. Además, me llevaron a un restaurante que tiene varias estrellas michelín, y os moriríais de la envidia al saber lo que me zampé allí, así que por vuestro bien, mejor me callo.
 
 
 
 

martes, 6 de noviembre de 2012

Registro del fin de semana y pesaje de tanteo


No sé qué pasó que estuve casi 24 horas sin teléfono ni internet, ya me estaba poniendo de los nervios...
 
A partir de ahora voy a intentar postear una vez al día, ni más ni menos. Porque si posteo más, algunas se pierden algunas entradas (ejem, no miro a nadie). Aunque deberíais saber que hay una cosa llamada "lectores de feeds" que van muy bien para no perderse nada. Yo uso el Google Reader, os lo recomiendo.
 
Los lunes, cada dos semanas, mi hijo y yo tenemos una actividad con otras familias. Nos pilla a una hora de casa y salimos algo tarde, así que solemos parar a medio camino para cenar en el McDonald's. Mi gran éxito de ayer fue pedir agua en vez de cocacola y ensalada en vez de patatas, y sin postre ni complementos, así que no está nada mal. Esta mañana me he pesado por curiosidad y estoy en 78,5 Kg así que bien, no he bajado desde el peso oficial del viernes, pero tampoco he subido. Lo malo es que esta tarde vmaos al cine y no creo que sea capaz de resistirme a las palomitas... A veces voy totalmente convencida de que no las comeré pero es entrar allí y olerlas y... ¡qué os voy a contar!


El 04.11.2012 tomé:

-un café con leche de soja
-dos tostadas de pan integral con mantequilla y mermelada de melocotón
-dos chuletas de cerdo a la plancha
-una patata hervida (sin aceite ni sal)
-ensalada
-un café
-dos mini hamburguesas (con su pan y su ketchup)
-un yogur de soja
-3 litros de agua
-ejercicio: sí (hora y media de caminar)
-enema: sí
-suplementos: equinácea, espirulina, carbonato de magnesio


El 05.11.2012 tomé:

-un café con leche de soja
-dos tostadas de pan integral con mantequilla y mermelada de melocotón
-una pechuga de pollo a la plancha
-verduras asadas (básicamente, pimientos y tomates)
-un yogur de soja
-un café
-un macmenú (hamburguesa+ensalada+agua)
-3 litros de agua
-ejercicio: no
-suplementos: equinácea, espirulina, carbonato de magnesio

domingo, 4 de noviembre de 2012

Fotos sí / Fotos no


Leo muchos blogs en inglés, no sólo de dietas sino de otros temas que me interesan, por mi trabajo o por mis aficiones.

El caso es que, en los blogs de dieta, hay varias cosas que encuentro imprescindibles:

Una página del tipo "quién soy y de qué va este blog"

Una página con la evolución del peso.

Una página "before&after", o sea, con fotos del antes-durante-después de la dieta.

Yo tengo todo eso menos la página de fotos. Porque, seamos sinceros, cuando leemos un blog de dieta lo que queremos saber es cómo han conseguido perder el peso, cuánto han perdido y en cuánto tiempo, qué cosas les han funcionado y cuáles no. Y si, además, tenemos la prueba gráfica de que lo han conseguido, pues el blog ya es prácticamente perfecto.

Pero a mi me da vergüenza poner las fotos. No por las fotos en sí sino porque me da miedo que alguien pueda reconocerme. Mi alter ego de la vida real tiene muchos blogs de temas serios, firmados con el nombre que sale en mi dni que, lógicamente, no es "Ally McBeer". Incluso tengo una página personal cuyo dominio es www.minombreyapellido.com. He salido en prensa varias veces, incluso en la tele. Y se supone que soy una tía fuerte a la que todo le va más o menos bien, así que esto de luchar contra los quilos con menos fortuna que más es como una debilidad inconfesable para esa otra "yo" que está al otro lado de la pantalla.

Así que, para inspiración de todos, aquí os dejoo tres página de fotos de antes y después que me encantan y me motivan.



 
Y vosotros, ¿por qué no publicáis fotos?
 
 

Quiropráctica



Vero quería saber por qué voy al quiropráctico.

En mayo de este mismo año (hace seis meses) tuve una contractura cervical. Nunca me había pasado algo así, las pasé canutas. La seguridad social me tuvo una semana entera en reposo absoluto y absolutamente empastillada. Lo que eso supone para un autónomo os lo podéis imaginar. Es una catástrofe, con los consiguientes nervios por ver que están pasando los días y tú no estás en condiciones de trabajar.

Después de esa semana, yo seguía prácticamente igual que antes. Recuperé parte de la movilidad en el cuello, eso sí, pero lo que se dice bien, no estaba. Mucha gente me recomendó que fuera al quiropráctico, cosa que yo ni sabía lo que era, pero ante la coincidencia de tanta gente recomendándome lo mismo, decidí probar. Fue casi providencial, porque abrieroon uno cerca de casa justo en esa época.

Lo que más me gustó fue que, después de hacerte las pruebas, el diagnóstico y la propuesta de tratamiento, te invitan a una charla informativa. Y, además, prometen no medicarte. Me pareció muy lógica la explicación de que cada una de las vértebras se corresponde con una parte del sistema nervioso y que, obviamente, cuando una de esas vértebras no está en condiciones, el sistema nervioso se ve afectado en la parte correspondiente. A medida que el médico (porque es francés y allí esto es una carrera universitaria de medicina) me iba palpando cada vértebra, iba diciendo todos los males que me aquejaban. Parecía brujería, os lo aseguro.

El caso es que una de las vértebras que no estaban bien era la que se corresponde con el sistema digestivo (oh, sorpresa). La explicación que me dió fue ésta:

La información que iba del estómago al cerebro era errónea, como en el juego del teléfono. Así, después de haber comido mucho, mi cerebro recibía la información de que no había comido, por lo que emitía la orden de comer más, produciéndome más sensación de hambre. O, al revés. Sin haber comido, se enviaba la información de que sí había comido, por lo que el cerebro emitía la orden de comenzar una digestión que, en realidad, era innecesaria y perjudicial.

Y ésta es sólo una de las muchas disfunciones que padecía mi sistema nervioso, sin yo sospecharlo siquiera. La pena, me dijeron, es que la mayoría de la gente sólo va cuando le pasa algo como lo que me pasó a mi, cuando se encuentran realmente mal, o han tenido un accidente o algo así. Pero todos deberíamos ir a revisarnos la columna aunque nos parezca que estamos bien, porque lo más probable es que alguna parte no lo esté.

Empecé yendo tres días a la semana. Lo primero que noté, aparte del considerable alivio del dolor en las cervicales, fue que controlaba bastante bien el tema de la comida. Por fin me sentía saciada después de comer y empezaba a ser capaz de rechazar comida cuando sentía que no la necesitaba. Me daba igual que fuera la "hora de comer" o que pudiera parecer maleducada al rechazar una invitación. Lo primero era mi cuerpo y mi salud.

Lo segundo que noté fue que descansaba mucho mejor. Dormía menos horas pero eran más aprovechadas. Y, además, ya no me despertaba de mal humor, ¡¡algo nunca visto en los últimos años!!

Aprendí lo importante que es hidratarse bien, incluso dejé de tomar alcohol (algo también impensable para mi hace tan sólo unos meses) y, por supuesto, aprendí la importancia de adoptar una postura corporal adecuada.

Después vinieron otras mejoras inesperadas, así que pienso seguir yendo por el momento.


Lo que hice mal

*Actualizo esta entrada sólo unos minutos después de haberla publicado porque me acaba de venir algo a la memoria... sí, a la maldita memoria selectiva que tengo. ¡¡¡El viernes tomé una cocacola zero!!! Y ni me acordaba, lo había borrado por completo de mi mente,  así que no lo reporté aquí ni en el lateral del blog.

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Después de contar lo que hice bien, ahora me toca confesar lo que hice mal.

No registré lo que tomé los días 2 y 3. Del 3 me acuerdo porque fue ayer pero del 2, no sé.
Me había propuesto sustituit definitivamente la leche de soja por la de avena, pero compré varios bricks y todos salieron malos, así que he vuelto a la de soja, que me hincha.

Me ha apalancado con el ejercicio. Excusas tengo muchas y a cual más bonita. Que si hoy no puedo ir al gimnasio porque los domingos no abre, que si ayer no pude salir a caminar porque llovió todo el día, que si no pude hacer los vídeos de Amelia porque vivo en una casa muy pequeña con otras tres personas y mi hijo tiene juguetes esparcidos por todo el salón, y etcétera etcétera. Así que nada, hoy si deja de llover, salgo y, si no deja de llover, o hago espacio para probar los vídeos de Amelia, o subo y bajo las escaleras cuatro veces.
Tuve un pequeño bajón emocional y lo cubrí de comida. Espero no estar empezando una etapa yo-yo porue sería devastador. Ayer tuve complejo de Tricky, tenía un hambre voraz que no era físico, sino mental y emocional. Encima como llovía me permití estar todo el día encerrada en casa, de la tele al ordenador y viceversa. Un desastre, vamos.
Hechas las confesiones, me dispongo a tener un día más productivo en lo que a dieta se refiere y paso a [tratar de] registrar todo lo que tomé:


El 02.11.2012 tomé:

-un café con leche de soja
-dos tostadas de pan integral con mantequilla y mermelada de fresas
-caldo de carne y verduras con maravilla (media ración)
-ternera con setas y arroz integral
-ensalada (lechuga, tomate, zanahoria, pimiento, brotes de alfalfa y pollo empanado)
-un yogur de soja
-un café solo
-un trozo de bizcocho casero de chocolate
-una Coca Cola Zero
-un rollo de primavera
-fideos chinos Singapur 
-4 litros de agua
-ejercicio: no
-suplementos: equinácea, espirulina, carbonato de magnesio

El 03.11.2012 tomé:

-un café con leche de soja
-dos tostadas de pan integral con mantequilla y mermelada de fresas
-caldo de carne y verduras 
-fideos chinos Singapur
-un yogur de soja
-un café solo
-un trozo (generoso) de bizcocho casero de chocolate 
-arroz con ternera y curry
-dos tostadas de pan de centeno con alioli (abrí la caja de los truenos al comprar ese maldito alioli)
-4 litros de agua
-ejercicio: no
-suplementos: equinácea, espirulina, carbonato de magnesio (bien)

viernes, 2 de noviembre de 2012

Lo que hice bien

Lo bueno de bloguear la dieta es, aparte del apoyo mutuo entre bloggers, que queda constancia de lo que hemos hechos (de lo bueno y de lo malo) y de los resultados que hemos conseguido.

La memoria es traicionera y selectiva, pero el blog no engaña, si hemos sido sinceros al escribirlo. Yo lo fui, así que ahora, 8 semanas después de haber empezado y con un resultado que no me satisface demasiado, he leído y analizado lo que hice en las dos primeras semanas.

Así, pues, esto es lo que hice bien y lo que me propongo volver a hacer a partir de ahora, en la medida en que se pueda:

1) Tomaba avena a diario, lo cual es bueno para el peso y para el tránsito intestinal. Ahora con el frío no me apetece desayunar el batido de avena, necesito algo calentito, así que he decidido incorporar un pequeño bol de copos de avena con leche a media tarde o bien como "postre" de la cena, disminuyendo a su vez la porción de la cena, claro está.
 
2) Tomaba más fruta que ahora, que no tomo ninguna. Es lo mismo, en verano podría vivir sólo de fruta y de batidos vegetales, pero en invierno no me apetece para nada. Así que el propósito es tomar una pieza de fruta al día.
 
3) Tomaba ensalada a diario. Se repite el patrón de cambio de alimentos en función del clima. A 4 grados de temperatura no apetece para nada una ensalada. Pero voy a intentar añadirlas a las comidas del mediodía, en días alternos.
 
4) Hice ejercicio casi a diario. Aún no me había apuntado al gimnasio, pero salía a caminar una hora casi todos los días. Como dije en el anterior post, voy a intentar hacer esto en casa los días que no vaya al gimnasio y, cuando no llueva, saldré a caminar.

5) Enemas. Ya sé que es un tema polémico, pero podéis absteneros de criticar porque no os pienso publicar los comentarios. Durante el primer mes de dieta, hice uno a la semana, así que voy a retomar ese ritmo.


Estamos estrenando el mes de noviembre así que, cuando se acabe, revisaré estos propósitos, veré qué tal lo hice y si obtuve buenos resultados. Es un compromiso.


Semana 8: no entiendo nada


Los viernes es día de peso, ya sabéis.  Y lo que ha pasado hoy, es esto:

78,5 Kg
3,8 Kg perdidos en 8 semanas 
(una media de 0,4 Kg por semana)
 
¿Qué es lo que no entiendo? 
Pues no acabo de ver la relación entre lo que hago/no hago (como/no como) con la evolución del peso. A veces pienso que me he portado super bien, y el peso se estanca  o, peor aún, sube. Y esta semana, que pienso que no lo he hecho bien, resulta que bajo medio quilo.

O sea, estoy super contenta por ese medio quilo menos, pero aunque no me he propasado, tampoco he comido lo que se dice "de dieta". Esto me confirma, una vez más, que es importante registrar lo que se toma a diario, aunque sólo sea para volver la vista atrás y analizar lo que hemos hecho y los resultados que hemos conseguido (buenos o malos).

Hoy estoy en mi peso más bajo no sólo desde que comencé esta dieta, sino desde hace 8 años. Así que estoy altamente motivada para currarmelo bien esta semana, a ver si el próximo viernes veo por fin el 77. 

Como no tengo el tiempo material necesario para ir al gimnasio todos los días, usaré estos vídeos que Amelia tienen enlazados en su blog para ejercitarme en casa. Incluso he convencido a mi hijo de que los haga conmigo, a modo de juego. La verdad es que, a pesar de mis muchas dudas, le he cogido el gusto al ejercicio (¡¡incluso a la elíptica del demonio!!) y, sí, si pudiera, iría todos los días al gimansio. Lo que pasa es que entre el ir y el volver, el ejercicio en si mismo, la ducha, etc, necesito al menos dos horas para cada sesión. Y no las tengo.



El 01.11.2012 tomé:

-un café con leche de avena
-dos tostadas de pan integral con mantequilla y mermelada de fresas
-un plátano
-caldo de carne y verduras con maravilla
-ternera con setas
-un yogur de soja
-un café solo
-un donut (mi primer pecado del día)
-un pedacito de bizcocho casero de chocolate (mi segundo pecado del día. ¿Véis como Lincoln tenía razón?)
-arroz integral con gomasio
-4 litros de agua
-ejercicio: no
-suplementos: equinácea, espirulina, carbonato de magnesio


jueves, 1 de noviembre de 2012

Los caprichos de Abraham Lincoln

Tengo uno de esos calendarios de sobremesa que llevan una frase célebre en cada página. Una inspiración para cada día. La de hoy es ésta que veis aquí:


 
 
Cuando la vi, pensé, qué adecuado para un blog de dieta ¿no? Porque a mi, al menos, me pasa que si consigo reprimir la primera tentación, entonces es muy probable que el resto del día me vaya bien en este sentido. Pero si sucumbo a la primera, entonces es como si hubiera abierto la Caja de Pandora; se despierta el monstruos que llevo dentro y no puedo parar de comer y, especialmente, de comer cosas que no me convienen. Como hoy, por ejemplo, que me he comido un donut y ya estoy pensando en cosas raras para la cena...
 
El 31.10.2012 tomé:

-un café con leche de soja
-dos tostadas de pan integral con mantequilla y mermelada de fresas
-caldo de carne y verduras con maravilla
-revuelto de setas con patatas fritas (sin pan, ¡ole!)
-un yogur de soja
-cené un poco de caldo que había sobrado del mediodía
-una tostada de pan de centeno con alioli
-4 litros de agua (bien, retomando el ritmo)
-ejercicio: sí (una hora de cardio en el gimnasio)
-suplementos: equinácea, espirulina, carbonato de magnesio